En mis más de 50 años de teatro, siempre había visto y vivido
que el teatro era un enfermo que gozaba de buena salud, que el teatro
estaba abandonado por los poderes
políticos, que el teatro no tenia futuro, que el teatro no tenia ayudas
económicas, que el teatro no estaba de moda, que el teatro no podía competir
con el cine y la televisión en casa, que el teatro no interesaba a los jóvenes,
que el teatro era un rollo para señoras mayores, que el teatro…
Pero lo que nunca había visto y vivido es que el teatro
estuviese muerto. Una víctima más del
coronavirus.
¿Realmente se puede resucitar a un muerto?
Los viejos ya no podemos
Solo vosotros, los jóvenes, con vuestras ganas de cambiar al
mundo, podéis crear un nuevo teatro que
nada tenga que ver con todo lo anterior. Un teatro nuevo para un público nuevo.
Como dice el mexicano Luis de Tabira: “Mientras el celo del
teatro nos consuma, habrá esperanza” Y ese celo es el que, contra viento y
marea, sin duda os consume y os da esperanza.
Que vuestro ADN, joven
y libre de virus, genere un teatro
nuevo que nada tenga que ver con el viejo y caduco teatro anterior.
Etelvino Vázquez